Hace una noche atrás, creí tener una pesadilla.
Entraba en una casa muy vieja y fea,probablemente abandonada.habian pequeños destellos de luz, eran débiles, pero con facilidad distinguí el rojo y el negro como los colores que llenaban el ambiente y le daban un aire lúgubre.avanzo por un pasillo y entro en una de las habitaciones.habia una chimenea en donde crispaba, debilmente una pequeña llama que iluminaba todo.no se como ni cuando, sólo recuerdo, de la nada, la aparición de un hombre, que por su aspecto,no lo parecía.su cara era "horrible"...horrible para los ojos de los demás, que tienen como referencia, la perfección de un rostro.al principio me sorprendí al verlo, pero no fue miedo...habia algo en aquel hombre que me parecía muy familiar...algo que me parecío,una conección...sentía que lo conocía, no era extraño para mi.comenzamos a hablar...las palabras exactas ya no las recuerdo.solo conservo en mi mente, la idea...lo principal.le pedía que volviera a ser esa persona grandiosa, que conocío el dulce sabor que se siente cuando nos sentimos exitados,-no necesariamente me refiero a lo carnal...eso es una de las muchas formas que tenemos-. le pedía que volviese a brillar, intesamente, como alguna vez lo hizo.pero ya no tenía confianza en si mismo, no se sentía capáz...su rostro ya no era el de antes,si ya inspiraba miedo para algunos,ahora era peor. hasta sus mas fieles acompañantes le temían.yo le rogaba, pero parecía inútil...Quizás me resultaba fácil decir todo aquello,en el sueño me veía como una persona sin limitaciones, fuerte, alguien que era lo que quisiera si se lo proponía, conseguiría todo cuanto quisiera.sin duda. todo lo contrario a mi acompañante.
Después , cuando desperté y pude pensar, meditar sobre aquel sueño que me parecio muy extraño...entendí, o mejor dicho, pude interpretar a mi modo, de acuerdo con mi vida, lo que puede significar el sueño.
Ese hombre, para mi...es mi ser interior.posiblemente mi estado inconsiente, permanente... ese estado que nunca me deja. aunque sufra muchas transformaciones, simpre conservo mi estado natural, siempre está...y eso también explica el por qué, de que aquel hombre me parecia tan familiar, tan mío... soy yo misma.lo que le pedía...quizás tenga que ver con mis ganas de autosuperación.quisás una de las tantas partes que conforman mi conciencia,que me pide que deje este estado si no quiero acabar conmigo misma.
Finalmente, comprendí de que en realidad...
...no fue una pesadilla.
